La mente que nos separa. PARTE I
Javi está de vuelta en el manicomio, pregunta por Zoe, quiere saber dónde está, pero no le dan respuesta. Horas después lo vemos deambulando por el área común del hospital psiquiátrico, completamente drogado. Conversa con un paciente inmóvil que está en medio del pasillo (Carrasco), de pronto levanta la mirada y ve a Zoe, la ve entrando a un cuarto, la sigue y ve que entró para hablar con Leo, su psiquiatra. Javi entra también, trata de intervenir en la conversación, pero nadie parece darse cuenta de que él está ahí, les grita desesperadamente, a Zoe y a Leo, y parecen no escucharlo, no consigue respuesta. Vemos que el psiquiatra le empieza a explicar a Zoe que el tal Javi del que ella habla es un ser inventado por su cabeza y que nunca existió, Zoe se desespera, le grita, golpea la mesa, sale de su razón y de pronto Leo llama a un enfermero para que le den un calmante y se la lleve, al momento que sedan a Zoe, se ve como Javi se toca el pecho, como si sintiera un dolor debido al medicamento que le acaban de dar a Zoe. Javi está en el consultorio de Leo viendo que todo esto pasa, en una esquina agarrándose los pelos y llorando porque se acababa de enterar lo que estaba pasando. Javi se va desconcertado y perplejo de la oficina de Leo, se sienta al costado del paciente con el que estaba conversando antes (Carrasco), este se incorpora súbitamente después de haber parecido todo el tiempo un vegetal y le comienza a hablar, le confirma que no es real, que es una ilusión de Zoe, y que cuando ella se termine de tomar el frasco de pastillas que le dio Loe, lo más probable es que él (Javi) deje de existir. Javi no le cree y le dice que es imposible, Carrasco le dice que como puede ser imposible si él había quedado en estado semi vegetal hace mas de un año y ahora estaba conversando con él. Javi se para y en ese momento, el paciente lo detiene, le dice que puede vivir, pero que depende del grado de locura que siga teniendo Zoe.
Comentarios
Publicar un comentario